Un triunfo ¿obligatorio?

Llegada la Copa Príncipe a mí me vuelven a surgir siempre las mismas dudas. ¿Para qué sirve este torneo?, ¿es mejor jugarlo o resulta más productivo el descansar?, ¿rotaciones o continuidad?... Demasiadas dudas ante una competición que no sirve para mucho, por no decir para nada.
Habrá distintas visiones del asunto, pero yo soy de la opinión de que es mejor jugarla, porque eso quiere decir que vas arriba en la clasificación, que hay que salir a ganarla, porque si no es preferible no jugarla, y que, como dice un ex jugador conocido por muchos, el CAI si quiere ser grande tiene que jugar todo y ganar todo.
Quizá sea una visión un tanto tremendista, pero no le falta razón. Además, por el interés de las instituciones aragonesas ya es la tercera vez en los últimos años que la Copa se juega en la Comunidad, algo que mete más presión a los locales.
Pero el CAI debe estar por encima de todos eso. Debe aprovechar el partido ante el Breogán para tomarse su particular revancha, tiene que utilizar este torneo como pruebas ante sus rivales directos. Y, como aseguran los propios jugadores, ha de ganar la Copa para mandar un mensajito a sus futuros adversarios en la lucha por el ascenso.
Y todo eso sin hablar de que juega ante su público, al que está obligado a darle continuas alegrías.