Cosas de entrenadores

Lo primero, me gustaría disculparme con todos aquellos que leeis este blog por no poder actualizarlo todo lo que debería y me gustaría. Pero claro, entre viajes, partidos, entrenamientos y demás pues no siempre se saca demasiado tiempo. Una vez dicho esto me gustaría comentaros algunas cosas curiosas alrededor del mundo de los entrenadores de la LEB.
Se me ocurrió estando en Santander, ya que allí la cabeza de Mateo Rubio pende de un hilo. Y es que la vida de un técnico en un equipo de esta categoría no es demasiado fácil. Para empezar, dependen totalmente de los resultados, pero nadie tiene en cuenta otros aspectos. El caso del entrenador del Alerta Cantabria es curioso porque él llegó al club justo antes de empezar la liga y la plantilla la había confeccionado su predecesor, Ángel Jareño.
A él le tocó hacer un equipo con buenas piezas pero que no había elegido. Y eso no es fácil. Ahora con el 3-5 en su casillero todo el mundo le da por destituido. De hecho, hace unas semanas el peculiar dueño del Alerta ya le ofreció al ex rojillo Óscar Quintana el hacerse cargo del equipo. Y ahora suenan nombres como el de Andreu Casadevall o el de José Luis Galilea, que está en el Cornellá.
Otro aspecto significativo es que cuando un técnico está con la soga al cuello aparecen por el entorno algunos candidatos. Ya se vio al propio Jareño por el Príncipe Felipe (el día del Ciudad de Huelva) cuando el CAI había encadenado dos derrotas seguidas. Y el viernes en Santander estaba por allí Dani García, ex de Plasencia y Ourense, ese al que la afición rojilla llama "bufón" cada vez que viene.
En fin, que vaya panorama el de los técnicos. Por cierto, acaban de echar a Gonzalo García del Ford Burgos. Otra silla libre. ¿Para quién será?