Qué cerca está

El equipo mantiene la calma, el club quiere frenar la euforia (normal), pero yo me resisto a no decir lo cerca que está la ACB. Si el CAI tenía un partido realmente complicado de aquí al final de la fase regular ese no era otro que el de ayer en La Laguna. Y no solo lo sacó adelante, sino que mostró su garra, su saber sufrir para lograr un triunfo, que unido a la derrota del Bruesa en Los Barrios, deja el ascenso a tiro de cinco. Si los aragoneses ganan cinco de sus seis últimos partidos alcanzarán la gloria. Y tal y como están jugando, la gloria está muy cerca.
Y todos ellos lo saben. Hasta los más cautelosos reconocían a escondidas que éste era el partido, y yo creo que no se equivocaban. Por eso la alegría después de vencer en el Juan Ríos Tejera era triple. Por un lado el triunfo, por el otro el tropiezo de los vascos, y finalmente porque se podría decir que ya ha pasado lo peor.
Con esto tampoco quiero insinuar que el equipo se pueda relajar. Al contrario, ese sería el peor error de todos. El CAI tiene que seguir como hasta ahora, luchando, defendiendo fuerte, corriendo al contragolpe, dándolo todo. Ese es el camino del ascenso y de seguir así nadie le apartará de él.
Está cerca, pero la palabra que más se repite en el club y estoy de acuerdo con ella es "paciencia".
Tampoco me puedo resistir a hacer un breve comentario de la afición del Ciudad de La Laguna. De diez. No se puede decir otra cosa de los alrededor de 3.000 aficionados que asistieron al pabellón. Animaron durante todo el partido, trataron de presionar tanto al rival como a los árbitros (como debe ser) y para sorpresa de los que no estamos habituados a eso, ovacionaron a su equipo a pesar de la derrota y le obligaron a salir de nuevo a la cancha a saludar. Impresionante.